Un movimiento ganador para el ajedrez

ESFERA CULTURAL

Un movimiento ganador para el ajedrez

La serie Gambito de dama impulsa el número de practicantes del juego milenario, uno de los grandes beneficiados por las horas de ocio aislado en la pandemia.

JULIÁN DÍEZ

La pandemia ha tenido consecuencias inesperadas incluso en el apartado del ocio. Por ejemplo, difícilmente se podría haber esperado hace poco más de un año que un sutil y bien conocido juego milenario multiplicara su número de practicantes. Y que el impulsor de ese fenómeno fuera una serie de televisión basada en una novela publicada hace 35 años, y que se tradujo hace diez al castellano pasando totalmente inadvertida.

Sin embargo, el hecho es que Gambito de dama se ha convertido en uno de los fenómenos de los últimos años, y que su impacto ha trascendido a las multimillonarias audiencias mundiales (unos 70 millones de hogares la han visto) que es capaz de obtener una plataforma de servicio global como Netflix. Las consecuencias han sido tan llamativas como que los tableros de ajedrez estuvieron agotados durante semanas en muchas tiendas, en lo que supone un singular colofón a un periodo que ha sido en líneas generales muy positivo para el mundo de los juegos de mesa.

Suben las ventas. Un ejemplo de esta singular moda es el del impacto en Rechapados Ferrer, modesta firma catalana con 14 empleados. Uno de sus tableros aparecía en la partida decisiva de la serie, que se desarrolla (y fue filmada) en Berlín. La marca vende la práctica totalidad de los 20.000 tableros que producen anualmente a través de distribuidores alemanes, y alguien de producción de la serie debió comprar el tablero allí. Los responsables de Rechapados Ferrer no sabían que uno de sus modelos con remates de marquetería rojos y amarillos había sido visto por millones de telespectadores y se vieron de repente desbordados por los pedidos. Ahora mismo tienen lista de espera de más de un año.

Goliath Games, una de las principales productoras mundiales de juegos, cifró en un 1000% el incremento de sus ventas relacionadas con el ajedrez durante 2020. La web Chess.com reconoció un aumento de un 400% en el número de visitas y un incremento del 160% en el número de partidas disputadas en su aplicación, con tres millones de jugadores activos. Según la Federación Internacional de Ajedrez, el número de estudiantes inscritos en torneos pasó de treinta a cincuenta millones a lo largo del pasado año. El impacto se ha percibido incluso en pequeñas academias de enseñanza del juego, como la madrileña Ajedrez con cabeza, que casi ha duplicado su número de alumnos.

La incidencia ha sido especialmente significativa entre mujeres, que siempre han sido un colectivo minoritario en el juego. Hasta el año pasado, apenas el 16% de ajedrecistas federados eran mujeres, pese a ser un deporte que de entrada no hace distingos entre sexos (si bien existe un mundial femenino específico). Tampoco les ha acompañado mucho el éxito, ya que sólo una mujer ha llegado a estar entre los diez mejores ajedrecistas del mundo (la húngara Judit Polgar, ya retirada) y hoy apenas son tres entre las cien mejores.

Tirón femenino. Sin embargo, el carisma de la protagonista de Gambito de dama, Beth Harmon (interpretada por la argentina Anya Taylor-Joy), ha impulsado sobre todo a mujeres, incluso adultas, a retomar esta actividad, con un impacto numérico significativo. Eso sí, los expertos avisan de que, a pesar de que la serie refleja el juego mejor de lo que es habitual, contiene bastantes inexactitudes. El ejemplo más notable es que no se muestra ninguna partida terminada en tablas, cuando es el resultado más frecuente entre jugadores de alto nivel. Tampoco merece aprobación el detalle de corte dramático sobre el consumo de pastillas de la protagonista, puesto que sería difícil que mantuviera un rendimiento alto con ese tipo de adicción. El más conocido experto en ajedrez español, Leontxo García, planteaba en su análisis de la serie un reto para el futuro: «Hacer una buena peli sobre las numerosas facetas apasionantes del ajedrez sin recurrir para nada al crimen, las drogas o la paranoia».

En cambio, se ha destacado la verosimilitud de las partidas retratadas, en las que se ha tenido el detalle de reproducir algunos grandes juegos de la historia del ajedrez. También gustó la falta de glamour que acompaña a la mayor parte de los eventos reales de este mundillo: conviene recordar que, según cálculos oficiales, las ganancias medias en torneos y campeonatos de los cien mejores jugadores del mundo andan en torno a los 29.000 euros anuales, y en la práctica totalidad de los casos complementan sus ingresos con tareas de enseñanza, redacción de artículos y libros, exhibiciones privadas…

La Beth Harmon de Gambito de dama pasa por ese tipo de vida un tanto insegura hasta llegar al campeonato del mundo, que como la propia serie termina convertido en un evento de interés global. De hecho, según los expertos, entraría en la historia del ajedrez en la misma categoría que el duelo entre Bobby Fisher y Boris Spassky en los años setenta; los sucesivos mundiales entre Garri Kaspárov y Anatoli Kárpov en los ochenta, o las partidas del propio Kaspárov contra programas, a caballo del fin del milenio.

Una novela recuperada

La serie Gambito de dama está basada en una novela de Walter Tevis, un escritor de notable prestigio en Estados Unidos pero relativamente poco conocido fuera. Su fama deviene sobre todo de las adaptaciones audiovisuales de otras de sus obras más notables, caso de El buscavidas, convertida en mítico filme protagonizado por Paul Newman, su continuación El color del dinero o El hombre que cayó a la Tierra, con David Bowie. Tevis, que murió relativamente joven y tuvo notables problemas de adicciones, tuvo una carrera de moderado éxito pero en la que nunca alcanzó las ventas que ha conseguido esta, su quinta novela (originalmente publicada en 1983), tras su adaptación televisiva, cuando llegó a colocarse en el primer puesto de ventas de The New York Times. Fue traducida al castellano por primera vez hace una década (con el título de Gambito de reina) por una pequeña editorial, Amarelle, y la misma versión realizada entonces por Rafael Marín ha sido la empleada por Alfaguara para su nueva edición del pasado enero.

Otras fuentes

Infografía sobre el impacto de Gambito de dama en las búsquedas de internet

Vídeo en el que Magnus Carlsen, mejor jugador del mundo de ajedrez, desentraña la popular serie de Netflix Gambito de dama.

17 películas y documentales para apasionados del ajedrez.

Nueva propuesta de Garri Kaspárov, la red social Kasparovchess, bajo el paraguas del conglomerado francés de las telecomunicaciones Vivendi.

La carrera por enfrentarse a Carlsen

La mejor prueba para saber si Gambito de dama tendrá efecto en la popularidad del ajedrez profesional la tendremos cuando Magnus Carlsen ponga en juego su título mundial del 24 de noviembre al 16 de diciembre próximos, en Dubai. Antes, los ocho mejores jugadores del momento se están disputando el derecho a desafiar al que muchos consideran el mejor jugador de la historia, en un proceso que se vio interrumpido la primavera pasada por la expansión del covid-19. El ruso Ian Nepomniachtchi y el francés Maxime Vachier-Lagrave encabezaban la clasificación tras la disputa de siete partidas, de forma sorprendente, dado que el galo es un jugador relativamente veterano y que accedió al torneo por la negativa a disputarlo por temor a la pandemia por parte de uno de los favoritos, el azerí Timur Radjanov. En todo caso, cabe esperar que los jugadores en el segundo y el tercer puesto del ranking mundial, el estadounidense Fabio Caruana y el chino Ding Liren, ofrezcan aún fuerte resistencia. Una final entre Carlsen, a estas alturas ya un mito, y Caruana, fuertemente respaldado por empresas estadounidenses, podría tener audiencias récord en la actual coyuntura. Sería además la revancha del último Mundial celebrado, en el que el resultado fue de empate a seis y Carlsen se impuso en una «prórroga» de partidas semirrapidas, su punto fuerte.

«El ajedrez vuelve a seducir», por José Fernando Cuenca

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JOSÉ FERNANDO CUENCA

ajedrecista

 

El ajedrez vuelve a seducir

José Fernando Cuenca Jiménez

NO HAY DUDA de que el ajedrez está de moda. Durante muchos años este deporte-ciencia fue considerado por algunos como elitista y reservado para mentes privilegiadas. Esta es una concepción errónea, ya que absolutamente todos podemos aprender las reglas del ajedrez en apenas diez minutos.

El ajedrez es una disciplina integradora, un idioma universal con el que personas de diferentes culturas, razas, sexos o edades pueden comunicarse a través de las 64 casillas. Las ventajas de practicar ajedrez son innumerables: mejora el cálculo, fortalece la memoria y perfecciona el reconocimiento de patrones.

Durante una partida de ajedrez se toman decisiones muy complicadas en un tiempo muy corto, algo equiparable a lo que ocurre en la vida misma. Además, el ajedrez nos enseña a perder desde que somos muy pequeños y a hacernos responsables de nuestros propios errores y decisiones.

Aún perviven muchos tópicos sobre el ajedrez o los ajedrecistas. Se piensa en ellos como ratas de laboratorio con gafas de culo de vaso, pelo engominado, carácter muy introvertido y por supuesto, carentes de cualquier habilidad social.

Esto se aleja bastante de la realidad. Los ajedrecistas estamos acostumbrados a viajar por todo el mundo para participar en competiciones desde muy pequeños, socializando con gente de diferentes culturas. Cuando alguien se da una vuelta por algún torneo de ajedrez, suele llevarse una sorpresa comprobando el carácter extrovertido de la mayoría de los competidores.

La imagen del ajedrecista ha mejorado una barbaridad en el último año y medio. La popularidad del ajedrez ha crecido gracias principalmente a la pandemia del coronavirus. El ajedrez es el único deporte que puede practicarse desde casa frente a un ordenador, y durante la cuarentena son muchas las personas que se han acercado a este apasionante mundo. También ha contribuido la serie Gambito de dama, de Netflix, que ha sido todo un bombazo. Muchos aficionados han buscado clases de ajedrez, han seguido retransmisiones o han participado en torneos tras ver esta serie. Aunque la participación femenina en el mundo del ajedrez es todavía muy escasa, los éxitos de “Beth Harmon” han sido un extraordinario revulsivo.

En este artículo, también quería hablarles sobre el papel de la inteligencia artificial y de “las máquinas” en el mundo del ajedrez. Cualquier jugador profesional “prepara sus partidas” en la soledad de la habitación de un hotel antes de la batalla. En la actualidad existen numerosas bases de datos donde estudiar las partidas del rival y buscar debilidades en el juego de nuestro oponente. Para ello nos ayudamos de máquinas o módulos de análisis muy potentes. Y es que quizás alguno de ustedes no lo sepa, pero lo normal es que cualquier aplicación que se descarguen en el teléfono móvil sea capaz de derrotar al campeón del mundo Magnus Carlsen; y no solo eso, sino de darle una soberana paliza.

En los años 90 se empezó a cuestionar si las máquinas de ajedrez podían ya vencer a los mejores jugadores del mundo. En 1997, Kasparov y Deep Blue se citaron en el Equitable Center de la ciudad de Nueva York, en un match que llegaría a ser histórico. El campeón del mundo realizó una jugada dudosa y muy arriesgada en plena apertura pensando que Deep Blue no la tenía programada en su base de datos. Un grave error, pues la había incluido unas semanas antes el equipo de Grandes Maestros asesores de IBM, entre los que se encontraba el ocho veces campeón de España Miguel Illescas. Kasparov perdió la partida y con ello los humanos fuimos derrotados por primera vez en una batalla ajedrecística contra las máquinas.

Desde entonces todo ha ido a peor y hoy en día la diferencia de nivel hombre-máquina es abismal. Es por eso que el “dopaje electrónico” es tan peligroso, ya que cualquier jugador decente que consulte su teléfono en el baño durante una partida de torneo podría derrotar a cualquier Gran Maestro. Por ello, en la mayoría de las competiciones internacionales se utilizan escáneres muy parecidos a los que hay en los controles policiales de los aeropuertos.

El 5 de diciembre de 2017 el mundo del ajedrez entró en shock y se puso patas arriba. Google y Deep Mind presentaron AlphaZero, un programa informático, creado mediante inteligencia artificial, que humilló en un match a 100 partidas a Stockfish, el motor de ajedrez más potente hasta la fecha. Todos los ajedrecistas quedaron muy sorprendidos sobre todo por el juego desplegado por AlphaZero, que realizaba movimientos que en un principio parecían estúpidos, sacrificando constantemente peones y material para después montar ataques en tromba sobre el rival.

Lo más espeluznante de todo es cómo se creó este “bicho”. Normalmente se programa a las máquinas de ajedrez a partir de conocimiento humano y se les “indica” cómo tienen que jugar. Con AlphaZero esto no ha sido así y aprendió por sí mismo proporcionándole únicamente las reglas del ajedrez. Tras jugar millones y millones de partidas contra sí mismo, y en solo cuatro horas, alcanzó su nivel de juego actual, con el que destrozó al mejor motor de ajedrez convencional y por supuesto infinitamente superior al nivel del campeón mundial. ¿Asusta? ¡Un poco sí! Pero lo bueno es que lo próximo será que nos cocine los huevos y nos haga el café del desayuno. El ajedrez está de moda y, en lugar de MasterChef, ¿no sería bonito ver un MasterChess?